lunes, 5 de julio de 2010

La venganza de Don Mendo

Tengo ganas de astracán...



MENDO.– (Declamando tristemente.) ¡Magdalena!
Hoy no vengo a tu lado
cual otras noches, loco, apasionado...
porque hoy traigo una pena
que a mi pecho destroza, Magdalena.

MAGDALENA.– ¿Tú triste? ¿Tú apenado? ¿Tú sufriendo?
¿Pero qué estoy oyendo?
Relátame tus cuitas, ¡oh, don Mendo! (Ofreciéndole una dura banqueta, bastante incómoda.)
Acomódate aquí.

MENDO.– Preferiría
aquél, de cuero, blando catrecillo,
pues del arzón, sin duda, vida mía,
tengo no sé si un grano o un barrillo.

MAGDALENA.– ¡Y has venido sufriendo!

MENDO.– ¡Mucho!... ¡Mucho!


[...]

4 comentarios:

Las hojas del roble dijo...

Gran hombre Muñoz Seca. Cuando lo iban a fusilar pidió un último deseo, quería expresarse libremente, y le dijo a los soldados del peloton:
"Me podréis quitar la vida, pero no el miedo que tengo"...Gaditano, y de El Puerto...

El alegre "opinador" dijo...

Un beso Speranza.

Speranza dijo...

Vaya epitafio, Julio, te pone los pelos de punta... Gracias por tu comentario!

Otro beso para ti, alegre opinador, ahora me paso por tu blog.

Rafa Parra Soler dijo...

No tengo el gusto de haber leído esta famosa obra de teatro. Respecto al comentario de Las hojas del roble, quiero añadir, a riesgo de ser políticamente incorrecto, que se habla mucho de que García Lorca fue asesinado por los fachas, pero nunca se dice lo que pasó en el bando republicano, que asesinó a Muñoz Seca y a Ramiro de Maeztu, entre otros. Y esto lo digo yo, que soy un rojazo.