El aire se llena de buenos propósitos en días como hoy, pero yo, en este año que se va, he perdido hasta las ganas de proponérmelos a mí misma.
A 2012 le pido paciencia, porque la que tenía, se me agotó. Bueno, eso y otras mil cosas que no voy a mentar para evitar la sensación de resaca y la frase de "este año tampoco".
En fin, que en medio de todo este pesimismo y toda esta fastidiosa decepción de 2011, os deseo un Feliz Año Nuevo y os dejo con las primeras imágenes del recién llegado capicúo en la otra parte del mundo, allá por Australia.
Cartografía de un camino de regreso
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*La memoria* nunca es dócil. *Se disfraza de mar en calma*, pero guarda
siempre corrientes traicioneras. Dicen que *el tiempo es un río,* y quizá
lo sea...
Hace 5 días
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