sábado, 31 de diciembre de 2011

Feliz Metida de Año

El aire se llena de buenos propósitos en días como hoy, pero yo, en este año que se va, he perdido hasta las ganas de proponérmelos a mí misma.
A 2012 le pido paciencia, porque la que tenía, se me agotó. Bueno, eso y otras mil cosas que no voy a mentar para evitar la sensación de resaca y la frase de "este año tampoco".
En fin, que en medio de todo este pesimismo y toda esta fastidiosa decepción de 2011, os deseo un Feliz Año Nuevo y os dejo con las primeras imágenes del recién llegado capicúo en la otra parte del mundo, allá por Australia.







miércoles, 14 de diciembre de 2011

Orgullosa de ser andaluza (I)

Si me muerdo la lengua, me enveneno. Y eso que hoy no es martes 13...
 Hoy os recomiendo dos enlaces. El primero, el blog de mi amigo Rafa, que habla mucho y muy bien de la cuestión del PER (sí, ese que nos gastamos en el bar). Y el segundo, el blog del País del periodista Luis Barbero, por si cupiera algún cachondeíto más... Aunque visto lo visto, no está el horno para muchos bollos.




domingo, 30 de octubre de 2011

Orgullosa de hablar con acento andaluz (I)

Tras la polémica que han desatado las declaraciones de Artur Mas, esas en las que el político catalán afirmaba que a los niños andaluces y gallegos cuando hablan no se les entiende, me ha parecido conveniente investigar un poquito sobre la modalidad del castellano que hablo aunque, ya en la carrera de Filología, tuve unos magníficos profesores que me enseñaron a respetar y a querer más todavía lo que algunos no comprenden.

Pedro Carbonero Cano dice en su artículo del Diario de Sevilla "Algunos mitos sobre el habla andaluza":

El mito de ininteligibilidad. Surge de la idea de que hablar andaluz puede afectar a la claridad comunicativa y producir mensajes no del todo inteligibles y, en consecuencia, un buen "comunicador" debería renunciar a los andalucis-mos fonéticos para pasar a pronunciar con una "claridad castellana".
Es cierto que hay algunas formas de andaluz "cerrado", más marcadas en unos individuos que en otros, sobre todo en el habla popular espontánea, que pueden presentar dificultades de comprensión para quienes pertenecen a ámbitos geográficos o socioculturales distintos. Pero eso puede ocurrir igualmente en otros hablantes de la lengua española no andaluces. Conozco cántabros, aragoneses, castellanos... cuyos hábitos articulatorios oscuros  o cargados de rusticidad plantean también problemas de comprensión ante quienes los escuchan. La cuestión no se centra en pertenecer a un área geográfica, sino en la capacidad personal de cada uno para comunicarse y hacerse comprender.
 Yo también conozco personas del centro y norte de España y me entienden mejor ellos a mí, que a sí mismos. Concretamente, son de Salamanca y su habla es comparable a la de un bebé con una papa en la boca. Que no se ofendan los salmantinos, por favor, pero como bien dice el profesor Carbonero, la gente que habla así, "cerrado" la hay en todas partes, no solo en Andalucía.

Carbonero, además, parte de otro mito muy frecuente cuando se habla del andaluz, aquel del tío gracioso que se come las letras... No vamos a reproducir ejemplos porque ya nos conocemos, yo la primera. Dice así en el mismo artículo:

El mito de la ortografía. Es un mito popularmente extendido, según el cual los andaluces al hablar "se comen" algunas "letras" o partes de palabras. Esta idea se basa en la constatación de que no existe una correspondencia plena entre el plano oral y el plano escrito de la lengua: algunas grafías (signos gráficos del alfabeto) no se corresponden con un sonido (signo fónico de articulación oral) o no siempre con el mismo. Y es que existe una cierta tradición de fetichismo ortográfico, entendido en el sentido inverso a la realidad. No es la pronunciación la que imita o debe imitar a la escritura; es la escritura la que se inventó para representar los signos orales. El lenguaje humano directo y espontáneo es primariamente oral y el texto escrito es un medio sustitutivo, utilizado para reflejar las palabras, nacido para asegurar su permanencia.
            La lengua española tiene un sistema ortográfico bastante fijo y estable, pero el uso oral es más dinámico, inestable y variado que la escritura. Y en su evolución fonética el español meridional ha adquirido una personalidad propia y diferenciada de las modalidades septentrionales. Las palabras de una lengua no siempre tienen, ni han de tener, una correspondencia literal entre cada fonema que se pronuncia y cada letra que se escribe, sino una correspondencia global, como unidades léxicas que poseen su forma ortográfica académicamente establecida y, a la vez, su forma de pronunciación, la cual puede ser variable, según el área geográfica a la que pertenecen los hablantes. Y eso no  ha de verse como una anomalía, sino como el resultado de un proceso natural, que en una modalidades lingüísticas es más evolutivo que en otras. 
El acento, entonces, varía, dependiendo de la zona de la que se sea. No es conveniente, por lo tanto, confundir acentos con vulgarismos, puesto que, por ejemplo, la no pronunciación de "d" intervocálica al final de los particpios no es un fenómeno exclusivo de Andalucía y los andaluces, sino de más zonas de España, donde se usa en boca de hablantes con un nivel socio cultural medio-bajo (aunque no siempre) y en un registro coloquial, como la charla entre dos amigos o conocidos.

Señor Artur Mas, como diría el cómico Manu Sánchez, seré vulgar... "Te qui'ya con la cara que tiene".

Continuará...









miércoles, 5 de octubre de 2011

I hate DQS

Para aquellos a los que les importa un pepino (andaluz, por supuesto) que la señora esa, que tiene el título de Duquesa de Alba y se gasta las subvenciones de la UE para los agricultores en broches para el pelo, se case o se haya casado hoy. Que os aproveche.




martes, 4 de octubre de 2011

La dignidad

Paseando por terreno ajeno en Internet, me encuentro este poema de Ángel Campos, que me distrae del asedio de tanta mala idea. Así soy. Buenas noches.


Mientras pueda pensarte
no habrá olvido
todavía si llamas
acudo a ti
fluyo desde mi mano
a la mano que tiendes desvalida
y entro en tu abrazo
con el temor que engendra el miedo
pero voy en tu busca
acudo a ti ofreciéndome
como animal sediento
que hociquea en el barro
acudo a ti
asciendo a tu respiración
fragmentado rumor que es puro abismo
surco abierto en la roca
cauce seco
que oculta el agua
la misma que ahora yo
acerco hasta los labios agrietados
por mitigar apenas
la fiebre que humedece
la nítida blancura de las sábanas
acudo a ti
a tu recogimiento
a la untura que calma tus rodillas
a la pausa limpia de la voz
tuya
entrecortada
por ver si lo que un día dijiste
podrá ser dicho
de nuevo con la misma dignidad
porque tú bien lo sabes
hay palabras
que duran mucho más que la caída
por eso hoy acudo a ti
a la tibieza de tu sangre
a la tersa piel que cubre tus piernas
acudo a ti
a la nada
retenido el aliento
de tu voz que me habla
hasta hacerse en mí
cierta
la palabra que dura
legible en su mudez
suspendida en los labios
y escribir con ella
mi biografía
sé que mientras pueda decirte
no habrá olvido
que del espacio de tu nombre
ha de brotar
abiertas sus dos sílabas
la semilla en la nieve

(De La semilla en la nieve)

sábado, 24 de septiembre de 2011

Castro, castreños y castricos

Mi abuela nació en la provincia de Córdoba, en un pueblecito que se llama Castro del Río. A ella le contaron que la alumbraron bajo un olivo, un 24 de junio, día de San Juan.
Me ha dado ahora por investigar sobre Castro y los castreños(aunque ella siempre los llamó castricos), y he dado fácilmente con la página del ayuntamiento. Una a veces no sabe si quedarse con la imagen de algunas cosas, pintada por sus padres o sus abuelos, y que nada que tiene que ver con la realidad...



miércoles, 13 de julio de 2011

Te extraño

No te imaginas, amor, cómo te extraño...





P:D: En la mágica voz de Diana Navarro

domingo, 5 de junio de 2011

Albada de la joven estudiante

Atraviesa el pasillo del hotel
donde ha sido la dulce bacanal
una delgada joven espectral
sin recordar siquiera el nombre de él.

Tiene el rímel corrido y no es Chanel
lo que enciende su cuello: huele a sal.
Suspirando, comprende que es fatal
que sus padres le lean en la piel

todo el placer prohibido que ha probado,
toda la tentación que siempre es buena
si se sacia sin culpa ni pasado.

Y ordenándose un poco la morena
rebeldía del pelo despeinado,
llama a casa poniendo voz de pena.

De Sonetos del extraño, Andrés Neuman


Hace pocos días, el ganador del premio Alfaguara por El viajero del siglo, Andrés Neuman, presentó en Granada algunos de sus poemas publicados en Década, musicados de manera deliciosa por Juan Trova. He elegido uno de mis preferidos para actualizar hoy mi abandonadísimo blog.Enlace

Muchas gracias, querido Neu.

Besos de esta, que está al otro lado ;)

domingo, 29 de mayo de 2011

Libertango

Lo que tememos más secretamente siempre ocurre.


Enlace

domingo, 3 de abril de 2011

Parole, parole, parole

Son más de las cinco. Esta es una de esas tardes de domingo que canta Shakira-aunque de algunas letras del último disco mejor no hacer comentarios, será mejor que los hombres se centren en su movimiento de caderas-, de esas en las que te gusta engancharte al pescuezo de alguien mientras escuchas el silencio de la humedad tras la lluvia.
Yo tengo uno uno de esos días, mensuales, íntimamente femeninos, donde la mala ostia se mezcla con la necesidad de chocolate y mimos. Me viene a la cabeza un enlace: http://colegiojuliocesar.es/. Me vendrán bien unas risas para terminar la tarde hoy. Y de paso, una dosis de optimismo para la entrevista de mañana.

sábado, 29 de enero de 2011

Abuela...

Mi abuela me enseñó a jugar a las cartas. Al tute, al cinquillo, a las siete y media. Tendría yo unos seis años. Durante las partidas, me pasaba el tiempo guardándome los ases y los 3 de cada palo, y ella me miraba, buscando cantar "las veinte" o "las cuarenta".

Cuando aprendí a leer, como todos los niños, llegaba yo con mi libro gordo de cuentos, una recopilación de los hermanos Green, aquel de las preciosas ilustraciones, y se los leía, una y otra vez. Mi abuela no sabía escribir, ni leer. Ella era mi mejor oyente. Cuando daban las nueve, se ponía la toquilla y la escuchabas arrastrar tímidamente los pies, embutidos en aquella babuchas de paño negro, por el salón, hasta llegar a la puerta. Y entonces se despedía, con su seseo de esperanza y su hasta mañana. La última vez que hablé con ella ya no era la mujer que yo había conocido. La encontré sentada, en una habitación, en una residencia. Todavía tuvo lucidez para llamarme "la señorita" y sonreír levemente mientras me preguntaba, casi afirmando satisfecha, si ya tenía "los papeles". Así era como llamaba ella al título de "maestra" o lo que quiera que yo fuera.

Hace ya más de dos años, mi abuela abandonó la partida. Jugó su propio tute durante noventa y cuatro años. Y siempre me acuerdo de ella.
Los abuelos son un don. Afortunados los que pueden disfrutar de ellos. Yo, mientras tanto, seguiré recordando a mi abuela.

domingo, 16 de enero de 2011

Odiando el Estrecho de Bering

Para que luego digan que el subconsciente no nos traiciona. En la mañana de ayer sábado, me desperté entre sollozos y lágrimas, a las nueve de la mañana. Resalto la hora porque no es corriente que mi menda se levante un sábado antes de las diez. La culpa de mi disgusto era un sueño en el que se mezclaban churras con merinas. La verdad es que más me hubiera valido olvidarlo tras despertarme, pero esta vez no tuve la suerte. Os lo cuento y luego doy mi interpretación.
En el sueño yo estaba dentro de la iglesia de Santa Ana, aquí en mi barrio de mi alma, acompañada del padre de mi novio, de mi profesor y amigo,Catedrático de Historia de la Lengua, y de mi novio.
De repente me entero de que mi novio me está criticando con los otros dos en una esquinita de la iglesia y me acerco para oír lo que dice. A grandes voces y como burlándose, afirmaba que se iba al Estrecho de Bering, que allí le pagaban mucho y podría así alejarse de esta ciudad de mierda. Su padre y mi amigo lo apoyaban en su decisión, mirándome con cara de odio infinito. Luego mi novio desaparece de escena y salgo a la calle, ya medio llorando y destrozada ante el abandono, me lío a gritos con los otros dos. Se dedicaron a molestarme diciendo que Santa Ana no era más que una iglesia cutrecilla, sin antigüedad y encima negaban que hubiera sido instituida por Alfonso X. Vamos en resumen, se metieron con dos de las cosas que más quiero, Massimo y Triana.
Una vez analizado este follón surrealista y tras el primer sofocón, me dispongo a descomponerlo y concluyo lo siguiente. Massimo quiere abandonarme e irse lejos de aquí, pero no se atreve a decírmelo, por eso viene con los otros dos, que me presionan e intentan sacarme de mis casillas. En realidad, él cambiaría el Estrecho de Bering por Tahití, pero deduzco que salió Bering en mi sueño porque es algo que estudiaba en Geografía y memoricé cuando era pequeña, como tantas otras cosas. El padre de mi novio y mi amigo el profe aparecen en mi sueño por distintas circunstancias. Resulta que al profe me lo encontré el día de Reyes cuando fui a comprar el roscón, a pocos metros de mi casa. En cuanto a Claudio tengo mis dudas. A lo mejor es que no quiere que me case en Santa Ana, sino que prefiere la iglesia de Antella, junto a la que vive su madre, Tosca.
Concluyendo, menos mal que los sueños sueños son, como dijo Calderón y que lo único que puede relacionarse con la realidad es que mi sobrino se bautiza el 5 de febrero en la pila de Los Gitanos, en la mismísima Santa Ana.
Y hablando del Estrecho de Bering, sabéis dónde está? Hoy me he enterado de que este particular accidente geográfico es famoso porque al parecer es el sitio desde donde el ser humano migró desde Asia hacia América, pasando por él. En cualquier caso, no creo que sea un sitio para ir de visita. Me gusta más ver el solecito desde mi ventana, desde donde el único estrecho que veo es a mi vecino...


P.D: No, no estoy bajo el efecto de ningún psicotrópico, al menos de momento.